UNA ENTREVISTA CON UN MUERTO

Saludos señor ante todo gracias por la molestia de cedernos un trocito de su tiempo, que aunque no sea tan valioso como en vida no deja de ser suyo




¿Duele la muerte?. No se, siempre me llamó la atención ese último instante de vida, el último respiro. El último latido, justo ese momento en que se pasa de estar vivo a ya no lo estar, ¿usted recuerda el suyo?




Otra cosa que me inquieta es la organización social del cielo/infierno, no le preguntaré en cual de los dos está usted, pero ¿podría decirme si allí tienen parcelas para vivir?, es que con tantos muertos a lo largo de la historia, usted ya me entiende, debe resultar un poco caótico sin una buena organización












Y, ¿puede usted coger e ir a pasear y charlar con muertos de otra época?, no se, eso sí debe ser una especie de macro foro más divulgativo que internet porque con tantas épocas y vivencias la información debe ser mucho más veraz y divertida de escuchar de primera mano, ¿no?








¿Hay modas en el cielo/infierno?, es decir, ¿un tío del paleolítico sigue yendo con pieles de bisonte mientras que uno del S.XVIII lleva zapatos con evilla?.








¿Hay mar con olas en el cielo?



¿Es cierto que los muertos pueden ver el mundo de los vivos?, si es así, por favor dígale a mis conocidos que no me miren cuando voy al baño con alguna revista bajo el brazo, gracias






¿Y qué me dice de los matrimonios y el amor en general?, ¿los separa la muerte realmente, los hay que siguen vigentes?, ¿se puede ligar en el cielo/infierno?, en ese caso, ¿cuál suele ser el plan: bar y bolinga o cine de tranqui?. Cuénteme así un poco por alto las últimas tendencias en cuanto a la diversión de ultratumba




Me gustaría preguntarle muchas más cosas a cerca de la noción del tiempo tras la muerte, de la rutina, de si se come y se consume y en ese caso quién proporciona los productos y qué hay que hacer para conseguirlos, pero no le quiero aburrir ni tirarme aquí dos horas, que aunque ahí ya no juegue en su contra (ya que morir supone firmar un pacto de amistad definitiva con el reloj), yo aquí tengo el tiempo muy limitadillo.
Muchísimas gracias por su atención, ya le invitaré a una próximamente