29 oct 2010

A DIARIO: LUDOPATÍA

Fíjate en ese señor del fondo, el del abrigo gris con lamparones, lleva media tarde metiendo monedas en la máquina buscando las tres estrellas pero no hay manera. Fíjate como su gesto inexpresivo cambia con un leve arqueo de cejas cuando van dos de tres y cómo esa frágil esperancilla se borra cuando le sale una cereza, un limón, un cofre o cualquier otra mierda en lugar de la dichosa tercera estrella.
Ahí va, a cambiar otro billete arrugado y sucio con las esquinas caqrcomidas y pegado con celo para no romperse y perder el poco valor que tiene. Fíjate como el camarero le da unas monedas, algunas brillantes y nuevas y otras sucias y herrumbrosas. Poco importa al fin y al cabo porque todas se precipitan en un santiamén hacia el aparato digestivo de la máquina tragona que no le escupe estrellas. Fíjate cómo se hurga desesperado en los bolsillos buscando en vano una última oportunidad en forma de moneda y cómo sale del bar porque ya no tiene, y se detiene y mira al cielo porque ahí hay más de tres y tres mil.
Yo soy ese señor.








































12 comentarios:

Anónimo dijo...

C O M E T A

Anónimo dijo...

C O M E T A

Anónimo dijo...

C O M E T A

Anónimo dijo...

C O M E T A

Anónimo dijo...

C O M E T A

Anónimo dijo...

C O M E T A

Anónimo dijo...

C O M E T A

Anónimo dijo...

C O M E T A

Anónimo dijo...

C O M E T A

Anónimo dijo...

C O M E T A

legi dijo...

joder javi dejalo ya tio, me toca la polla jajajajajaj
no vuelvo a intentar un aereo en la vida

Anónimo dijo...

juapo carallo!!!

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