No tengas cuiado, hijo perdido, no te pondré en evidencia. Pero si para disfrutar necesitas pedir primero permiso a los demás, entonces si que eres realmente un pobre diablo.
- ¡No que va!. Nada de eso, por eso te enseño este traspiés encharcado; este maquillaje corrido o café descafeinado que ha sido mi fin de semana pasado. Eso sí, con amigos.
- Cuidado con lo que dices hermano, no hables de las grandes cosas como si fueran pequeñas porque siempre hay quien exige a la vida el máximo y acaba discutiendo consigo mismo por la estupidez y brutalidad de ella.


2 comentarios:
mola!!!
no hay forma de pillarlo bien!! y de esta vez no fue culpa mia! :-)
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