LONDON CALLING I

Bueno, aquí estamos de vuelta a la normalidad. Camiseta metida por dentro del pantalón del pijama, coca-cola y patatas vinagreta mientras veo el rip curl pro con el casposo de Slater (metafóricamente ya que es imposible que pueda tener de eso) acaparando miradas.
Hace justamente una semana íbamos conduciendo de camino a porthsmouth con el limpia parabrisas a tope y los pies entumecidos.
La fotos que os pongo aquí son del primer día, el único día de sol y "calor" y también el de olas más escasas. Entramos en una playa diminuta en marea alta e inmensa a la baja porque en inglaterra las mareas son amplias de cojones. La ola iba babosilla pero tenía muy buena pinta porque entraba medio torcida y con un rebote perfecto pa volar, como Andrín en llanes o Xivares hace años. La putada es que al día siguiente subió tanto el mar que no pudimos volver a surfearla porque es la que más swell recoge.
El mar se portó mejor a la ida estando calmao las 22 horas que duró el viaje. Diréis, joder, menuda vara, casi un día entero en un barco. Que va, yo me lo pasé como un enano en cubierta investigando rincones, yendo de aquí para allá, mirando el mar, leyendo Bukowsky y riendome a gusto con los ingleses borrachos que invadían el karaoke. No paraban de beber los muy cabrones. Yo creo que por eso acabaron conduciendo por el carril contrario.
Hoy volví a escuchar de nuevo los clash pero ya no tienen el mismo sentido que hace una semana cuando sonaba a lo lejos el big ben dando las 8 y me perdía por calles con edificios de paredes de ladrillo viejo sobre las que meaban esos cabrones con chupas llenas de parches.
Qué nostalgia, mañana le digo a mi madre que me prepare bacon pal desayuno.















































fotos: ceci, edu y yo.