12 ago 2011

INVIOLABLES

Cuando estudiaba diseño siempre había los típicos anclados en la eterna discusión: ¿es arte o no es arte?. A mi en realidad me la pela bastante porque creo que cualquier cosa bien hecha lo es, ya sea un cartel, un lienzo, un robot o una navaja suiza semiatomática.
Lo que está claro es que el diseño gráfico tiene un único fin: captar y seducir miradas
Para ello se sirve de mil y un maneras diferentes: lo bonito, lo crudo, lo polémico, lo gracioso... Todo ello ha de tener fuerza y ser, eso sí, visual.

Y seduce miradas porque su objetivo es vender, ya sea desde algo material a una simple idea, y para ello el diseño, que es perro viejo y listo como un zorro, juega con el espectador como si fuera una marioneta moviendo ciertos hilos muchos de los cuales tienen un código fuertemente arraigado y cuya violación supone el fracaso.
Lo chulo del diseño es saber adaptarse a aquel a quien nos dirigimos y no podemos permitir que las ansias de originalidad o de destacar nos puedan porque pueden perjudicar dicha comunicación. El no traspasar esa forntera y saber caminar por ese hilo como un funambulista sin caerse es lo que diferencia un buen diseñador.


Algunas de esas convenciones estamos hartos de verlas y a veces no reparamos en ellas, por ejemplo jamás verás una pizza congelada en una caja que permita verla directamente. Su aspecto es tan malo (lleno de escarcha y sin color) que nadie la compraría, por eso ahí el producto necesita foto, mientras que las pizzas de "nevera" han de mostrarse al cliente directamente para que la confianza de éste aumente y afloje los dineros.ç


Los cereales de niños han de venderse a dos personas: por un lado a su mamá, que quiere energía para el chaval, de ahí ese chorretón de leche que salpica todo y hace que los cereales cobren vida (las cajas siempre rebosan movimiento y fuerza). Y por otro lado tienen que ganarse el cariño del niño a través de una mascota molona y simpatiquilla.


Recuerdo cómo la marca de leche RAM trató de romper el cliché de los prados con vacas pastando en sus briks introduciendo un punto naranja que claramente los diferenciaba con respecto a las otras marcas de leche que compartían estantería. Este diseño fue aplaudido por los entendidos y ganó varios premios muy importates pero duró menos que un polvo de conejo porque los clientes dejaron de comprar RAM, que tuvo que rectificar y volver a los prados y las vaquitas.


En los textos corridos (destinados a ser leídos y no a informar o captar atención) tendrás éxito si el lector se olvida de la tipografía y se centra únicamente en el contenido del mismo. Para ello recurre a lo sobrio, evita florituras y no pongas más de 50 caracteres por línea ya que si no entre el final de un renglón y el principio de otro habrá tal espacio que nos haremos la picha un lío y acabaremos leyendo con los dedos como en la guardería.


¿Y qué me dices de los colores?, pues que no pueden usarse al libre albedrío porque los colores cálidos (rojo, naranja, amarillo) aumentan, atraen hacia el ojo, dan calor, son vida y pasión, mientras que los fríos (azules, violetas...) reducen y alejan y frenan ese derroche de vitalidad.

El diseño es comunicación y como tal no puedes hablarle a tu solapa sino a quien te quieras dirigir, por ello no diseñes cosas que a ti te gusten sino cosas que gusten a quien te diriges. Eso es lo difícil y lo guapo, el llegar a sumergirte y dominar el lenguaje visual de algo que ni te interesa (como ponerte a diseñar una línea de productos para gente que se mea en la cama, tiene hemorroides o patas de gallo)

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