23 sept 2009

UNA HISTORIA

Conducía Tom medio ensimismado aquella mañana. Iba pensando en sus cosas, en las ganas que tenía de volver a reunirse con ellos en el parking o en la misma arena, que más da, lo importante era el reencuentro porque al fin y al cabo, vale, año y medio no es una eternidad pero. ya es tiempo.

Pensaba en cuánto habrían progresado, en si el tiempo habría sido un cabrón hinchando sus barrigas o aumentando sus frentes. Se moría de ganas por enseñarles sus nuevas maniobras, sus nuevas tablas y las mil fotos y dos mil historias que se traía con él. Todos le escucharían formando un corrillo, nadie le interrumpiría ni para ofrecerle otra birra y al final, cuando un poco violento por el exceso de protagonismo les preguntase que tal todo por aquí, aprovecharía para darles los humildes recuerdos que les había traído de Australia.

A estas alturas Tom ni se ha dado cuenta que el casette del coche ha saltado y espera silenciosa que alguien vuelva a darle la vuelta para hacer sonar la cara B. Con una mueca boba y abstraída, de esas que se te quedan cuando vuelves a casa y después de mucho tiempo vas observando ese paisaje familiar a través de la ventanilla, iba atravesando los campos donde construía casetas de crío. Tom se muere por coger de nuevo una ola aquí. Son babosas y cierran. A la baja hay corriente y a la alta no te dan ni para una maniobra decente pero le daba igual, eran sus olas de toda la vida.
Pero antes de eso Tom quiere abrazar a su madre y luego quiere abrazar a su padre.Ambos le esperan dando vueltas en redondo en el porche de su vieja granja con la puerta abierta para poder, desde afuera, mirar el reloj de la cocina una y otra vez. Tranquilícense señores, hoy es el día.
El casette sigue sin sonar no porque Tom se haya hartado de él, sino porque tiene cosas más importantes en las que reparar. Hostia, no me jodas que aún no han talado el arbolote!, seguirán ahi aquellas revistas porno?, qué bueno, ese árbol lleva seco desde que tengo uso de razón y sin embargo ahí sigue, sin meterse con nadie, sin ser molestado... entre pensamiento y pensamiento se van colando los recuerdos hasta que, alertado por no se sabe bien qué, Tom alza la vista, da un volantazo y su gesto cambia. Las tablas nuevitas que traía en la parte trasera de su camioneta dejan de serlo al impactar con la chapa, pero eso no es por lo que Tom llora.

++++

Mathew se ha despertado con un dolor de piernas horrible. No está de buen humor pero tampoco quiere que la cabeza se le llene de nubes por esa tontería. Se ha levantado con cuidado de no chocar con la nueva tabla de su hermano y se prepara sus tostadas chamuscadas a drede con manteca de cacahuete.

Hoy no debería salir, un día de reposo le vendría bien pero, que cojones, el trabajo nadie se lo perdona y es más perjudicial que la bici, por eso, aún con un poco de pasta de dientes en las comisuras se enfunda su traje, llena de aquarius su termo y se va. Le ha dejado una nota a su hermano para que compre leche semidesnatada porque piensa que la entera es muy grasa y está hasta la polla. seguro que no le hace caso pero intentarlo hay que intentarlo.

A Mathew no le apetece rodar fuerte hoy, por eso en el cruce tira a la derecha dirección al campo. Tampoco se ha traído el mp4, no solo por la multa que le puede caer sino porque quieres estar a su bola, pensando en sus cosas sin más, además, hoy no creo que haga una ruta larga, sino a ver quien se levanta mañana con las piernas así.

Hacía tiempo que no pasaba por aquella carretera sin embargo era agradable. cuántas hostias se habída dado al salirse de la cuneta de crío cuando aprendía a andar en bici, joder qué tiempos, hace años venir hasta aquí ya era una caminata, una excursión, y se reía al pasar frente a ese prado donde siempre paraban a cagar. Una vez tuvo que acercarse con los pantalones bajados hasta el arbolote para arrancar una hoja de la revista porno porque no tenía papel, menudas hostias le cayeron de su hermano porque justo rompió a la mitad la tía con las tetas más grandes.

No tiene ganas de cagar pero se detiene, echa un trago y respira plácidamente hasta que un frenazo brusco altera su respiración hasta detenerla por completo.
El termo sale disparado desparramando sobre unas tablas nuevas (que acaban de dejar de serlo) el aquarius que debería haber terminado en la garganta de Mathew.

++++

Jimmie está contento porque hoy llega Tom, joder que canas de ver al cabroncete, seguro que viene negro como el carbón y metiéndose unos Buenos aéreos. será cabrón.
Luego recuerda que anuncian vientos fuertes del norte para toda la semana y esa alegría se le va. Menuda puta mierda, piensa, siempre dependiendo del puto viento y la marea, ya estoy hasta la polla, debería ser ciclista, como mi hermano.

2 comentarios:

Adri dijo...

joder bro, alegrandonos la mañana...

Anónimo dijo...

el ciclista de la curva no? xDDD

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