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Pues resulta que me llama Gilito y me comenta lo del campeonato este por marcas y tú ya sabes que a mí eso de la lycra... Pero bueno este caso es diferente y una buena excusa pa pasar un finde en familia y ponernos caras, así que cojo y pongo rumbo a Santoña.
Aire acondicionado jodido. Pues hala, dale brío a esas rancheras pa que acaben de calentar el ambiente. Ya iré más fresquillo en la furgo del Pepe.
La furgo de Pepe también tiene el aire acondicionado jodido así que súmale otras tres horas con la puta espalda como las cataratas del Niágara. No pasa nada, ya nos daremos un bañete pa refrescar al llegar.
Llegamos y cuando meto un pie en el agua me dan ganas de cortarle las mangas y las piernas al traje. Un calor que buff y unas olas que puagg. Ya me refrescaré a la noche.
Por la noche Pepe, el gran team manager estratega, se apiada de nosotros y nos deja pedir una jarra de cerveza. Que sí hombre, que mucho campeonato pero.... Nahhh.
La verdad que es guay poner caras a gente que sólo conoces por aquí (a través de esta ventanita en la que estás leyendo esto). Es guay verse, animarse, no apartar la mirada cuando te hacen un giro en la cara. No hacer como que no lo ves, ya sabes...
Es guay hablar de olas y de aciertos y de errores y de tetas y culos y mirar a todas esas chicas aunque ninguna mire para nosotros. Es guay, pero sobre todo curioso, pertenecer a una familia de desconocidos que hasta hace un par de días sólo teníamos en común la marca de tablas que surfeábamos. Cómo cambia todo en cuestión de horas.
Pero no todo es bueno y guay: la competición, como el segundo volumen de esta crónica, empieza mañana, así que hay que ir cerrando el chiringuito por hoy.
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fotos
Alegiandro
Fran Arenado
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