Algún día se morirá Clint Estwood y toda la peña empezará que si se murió uno de los últimos grandes de Hollywood, que si lo que había alcanzao como actorazo, lo logró superar como director... que si patatín que si patatán. Y todo tendrán razón porque, efectivamente, Eastwood es una de pocas grandes cosas que aún quedan dando guerra por la ciudad de las estrellas.
------------------------------------------------------------------------------------------------------Después de desempeñar mil curros, logra estudiar arte dramático y apuntarse al "star- system" (por aquel entonces las productoras tenían una especia de cantera o bolsa interna de talentos llamada así) de la Universal donde empieza a tener ciertos contactos que acabarán llevándole ante Sergio Leone con el cual dará vida a su mítico personaje del poncho y el cigarro del espaguetti western. Hablo de la época de "Por un puñado de dólares", "La muerte tenía un precio" o "El bueno, el feo y el malo".
Luego le llegará el turno de hacer de poli sin escrúpulos en la saga de "Harry el sucio", pero por miedo a encasillarse (tenía todas las papeletas) empieza a aceptar otra serie de trabajos como "Duro de pelar", "La fuga de alcatraz", "Ruta suicida" o " El sargento de hierro" (ya como director).
Al principio siempre giraba en torno a un tipo solitario o medio renegado que al final se acababa abriendo y aprendiendo cierta moraleja de la vida a través de alguna vivencia o relación, pero es que el tio fue madurando y abriéndose a temáticas y argumentos muy dispares siempre manteniendo mucha dignidad y entreteniendo.
Seguro que se me quedan un montón en el tintero, es lo que tiene hablar sin recapacitar, como lo de disparar y luego preguntar, así que el bueno de Clint seguro que me entiende y me sabrá perdonar.
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