A DIARIO: LECCIÓN HERÁCLITA

De lo que no me cabe duda es de la certeza de la lección heráclita según la cual todo está en continuo movimiento y que en la continuidad ininterrumpida de éste radica el origen de la vida, que no muere ni se acaba sino que se transforma, como una onda, y se transmite. Por eso, cada gesto pasajero; cada mota de polvo que flota en la habitación de lijado del taller de Gilito; cada trozo de lechuga de mi kebab vegetal o cada gota de agua que el viento amputó a las olas de Somo la tarde del sábado no forman parte de un instante sino de tantos millones de instantes como milímetros separan mi casa de sopelana, pixels que me he traído de recuerdo o músculos que se contraen cuando al recordarlo todo esbozo una sonrisilla de gilipollas.







































agradecimientos a Quique (Bulldog), César Perry, Victor (Badgrape), Gilito y la MTV india.