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La cámara elevándose así como subiendo al cielo y el pavo que se cae de rodillas con los brazos abiertos. Lloviendo a cántaros sobre él. Ya sabes al tipo de escena que me refiero, ¿no?. Final dramático y esas cosas. Pues seguro que si yo fuera el protagonista se me metía algo en el ojo o me cagaba un pájaro.
Tengo un micro clima entre pierna y pierna cuando los fondos están tan buenos. Hace como cinco grados más ahí abajo. ¡Sí! ¡Sí! ¡Los fondos están buenísimos! ¡Venid! ¡Venid! No es un secreto para nadie. ¡Venid! Ya solo faltan la bocina y la carpa. Natural que las pelotas escupan magma.
La cámara va girando desde la espalda, dándole la vuelta, hasta enfocar una cara triste que enciende un cigarro. Los ojos escondidos bajo la sombra que proyecta el sombrero de malo encantador. Muy malo. Muy encantador. Pero se fuma ese cigarro solo. Ya sabes a que me refiero, ¿no?.
Me refiero a esa escena en la que dicen "Corten" y tú te quedas como flipando porque no sabías que estabas actuando. Creías que todo era verdad, que nada podía acabar. Creías en las luces y en la historia y también creías que habría una segunda oportunidad, pero de repente gritan "corten". Ya no hay ni utopía ni pasión ni tampoco luces cuando los focos se apagan. Y ese "corten" te retumba y entonces te miras las manos y... "Joder, estoy sangrando".
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