I
La ciudad / El gris
A todo le pone precio mientras devora un mar que se seca.
Mírala, nunca llora.
No para de avanzar. Siempre con hambre.
Enjambre de hombres.
Fría.
Y cuando tratas de darle la espalda lanza una mano invisible que te frena:
¿A dónde crees que vas?, te pregunta sonriendo.
Todos los rezos se dirigen al templo.
II
El campo / El color
Las sábanas hechas jirones por un mal sueño de cemento. Pero el cielo se vuelve azul y de azul también está lleno el suelo.
Quiero que amanezca, que haga frío y que llueva. Quiero morirme entre tus brisas y tiritonas.
Las gentes del pueblo -rudas manos de alfarero- estiran el tiempo a su antojo
y van a limpiarse de barro a un mar de marea bajando.
Ya no corro: ando.
Y las briznas del prado burlonas.
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