23 ago 2012

A DIARIO: TRICEFALIA

I

 Los hay que por devorar devoran hasta la luz y, claro, eso es una jodienda para quienes les gusta posar sus manos sobre el trigo al caminar. 
Si solo hubiese noche sería más difícil sudar y casi todos nos cubriríamos con pieles de animal. Seríamos bestias, como el mar con la arena, venga que venga rozar. 
Nadie miraría mal: las pupilas dilatadas darían siempre un feo mirar. Y de todos es sabido que no existe el bien sin el mal. 
Los bares estarían repletos de sorbos precipitados, ojerosos con tics nerviosos y algún transeúnte que ya no tiene periódico que leer. 
Nadie hablaría ya porque nadie surfearía si fuese ésto una noche infinita y ya se sabe que el surf es el único tema.




II 
 Una ardilla le preguntó a qué sabía el chocolate y él le respondió que las ardillas no hablan. No escucha las pequeñas cosas por eso cuando vuelve a casa después de una tarde como esa no tiene nada que contar.
¿Por qué le haces fotos a todo? / porque me sale de los cojones. Lo que hoy es tonto, dentro de unos años será la hostia, como los relojes de Casio, los putos Victoria o las blusas de tu abuela. Yo soy precavido y consciente y sobre todo me estoy haciendo viejo.



III 
Morir; existir; tropezar; menguar; esculpir; triturar... Yo no se si soy más de verbos o de adjetivos. Los números no los entiendo y las palabras acaban poniéndome de mal humor. Desenfocado; zurdo; áspero; inmenso; remoto... 
Yo no entiendo nada de nada de ésto. Yo creo que voy a ir a beber y esperar que me salga líquido por algún agujero del cuerpo.

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