EL DÍA QUE ME COMÍ UNA BANDEJA DE CUBILETES

Se supone que los amigos están ahí para cuando necesitas que alguien escuche tus lamentos de nenaza, para aconsejarte o en todo caso para evitar que hagas el ridículo más bochornoso.
Se supone que tu madre es la cúspide del oráculo. Consejera sabia que vela por la dignidad de la criatura a la que dio vida.
Por contrariar todo esto, quiero dejar bien claro que los que aparecen en las fotos no son mis amigos, y a la que estaba llamando ha dejado de ser mi madre puesto que "haz lo que quieras Alejandro", no es una advertencia sino un reto o la forma más clara de dar manga ancha a alguien que presenta signos obvios de retraso mental.

... Manda huevos que haya tenido que venir Fru para comerme, después de un cafetazo y un donuts industrial, la mítica bandeja de cubiletes del tododan (que por cierto me ha negado un patrocinio).

En fin, por lo menos ese día me llevé a casa, asdemás de una parálisis intestinal, la mejor foto que hayamos sacado jamás en la playa de arena negra :-)