GÉNESIS DE FRUSTRACIÓN

Te estoy hablando de Agosto del '95, cuando mi primo, casi más por tocarle los huevos a su madre, se compró un corcho BZ que le había costado de aquella 20 mil pesetas. Como estábamos veraneando en Tapia y aún nos quedaban 10 días, yo me compré otro (1.500 pesetas) para acompañarlo en el agua. El rollo es que no me imaginaba la sensación que produce coger una ola, muchísimo mejor que darle patadas a un balón que es lo que había hecho hasta entonces (ya que en balocesto era de lo peor de europa, sin duda).

Pero claro, vivo a 30 min. de la playa y nadie en la familia sabía lo que era el surf, es más todos tenían miedo al mar y casi ni sabían nadar así que trata de convencerles para que te dejen ir a coger olas.... y una polla.
Me pasé dos años con 4 o 5 baños, ya que tenía que esperar a un un fin de semana con sol para poder ir con mis padres.

Luego vino un corcho un poco mejor y un traje corto "seland" que me quedaba 5 tallas mayor. A veces mi padre me llevaba a Gijón cuando el Oviedo jugaba fuera y yo podía entrar un rato a pasar frío (la foto de abajo es de febrero, con mi taje corto y al borde dela hipotermia)



Pero las aletas me hacían unas heridas horribles, así que acabé optando por entrar sin ellas y ponerme de pie en el corcho. Todos me decían que me comprase una tabla. Yo les respondía, "díselo tú a mi madre".





Por fin pude convencer en casa y hacerme con una rip saw de 4ª mano. Seguía jugando al fútbol pero solo quería surfear. Como tenía partido los sábados, surfeaba algún domingo (cuando hacía sol, ya que si estaba nublado el mar estaba picado -bien mamá-)
El resto del tiempo solíamos pasarlo patinando en el parque o en la calle. No había nada way y nos construíamos los cajones, rampas y demás.
Era casi más un ritual para pasar el rato y construir "cachibaches" que otra cosa pero la verdad que junto con Fru tengo pasadas de las mejores tardes en la mortecina Posada de Llanera. Lástima que ese ritual derivase de la construcción al esguinzamiento tobillil. Mis tobillos y muñecas acabaron hechas mierda, por eso hoy no me verás subido a un patín




Ir en tren ya fue un paso de la hostia. Así conocí a el primer grupete que nos movíamos en renfe hasta la playa: Pela, Manu,Aitor y un rastafari llamado "Nelo".
Cogíamos y al domingo a la mañana nos preparábamos un bocata y tirábamos para gijón o San Juan sin mirar partes ni nada. Poco importaban los partes, el viento o la marea, entrábamos con lo que había.
Pero no era fácil. Yo soy de Posada, donde no hay tren, por eso tenía que ir caminando o en patín a Lugo (3km) más luego del tren a la playa, que cuando era a Salinas.... Recuerdo veces de hacerme esos 3 km de posada-lugo y luego aviles-salinas (6km) porque el tren no llegaba hasta s.juan en invierno. Por eso acabamos llamando al pico de las dunas del spartal "el pateo" y no por el absurdo paseo de madera de 200m que hay ahora. La peña es una quejica!!!





Luego llegó Victor con el que empecé a ir a otras playas como Xagó o Munielles. Para mí eso ya era una aventura de la hostia y gracias a él pude ir algún día por semana y surfear con un poco más de regularidad. El otro día todavía hablábamos de esto así que puedo deciros que estamos hablando del año 2001/2002 más o menos.
Después de Victor, el coche que nos dió la vida fue el de Aitor, ya que fue cuando relamente empezamos a mover y seleccionar un poco más los baños. Ese creo que fue el gran paso para nosotros. Juanillo también se sacó el carnet y por aquel entonces casi cada fin de semana movíamos a Oliñas, Tapia y sitios así como más "exóticos". El fútbol había muerto definitivamente y la incomprensión hacia "lo de la tabla" persistía.






Finalemnte llegó Rogelio, mi super Forito rojo, ya en época en la que entraba mucho más a menudo, casi a diario y en la que mis padres habían desistido aceptando que el surf no era una simple calentura.
El primer trip que hice con Rogelio fue a Galicia y nos dejó tirados. Ni siquiera surfeamos. Buenos tiempos jajaja.
Luego llegó Francia, eso sí que ya era la hostia. Era como flotar el entrar al agua en el mítico Hossegor. La primera vez fuimos en 2003 o 2004 con el mítico Nubla y desde entonces... Bueno eso es capítulo a parte y ya dedicaré otro día a hablaros de ello







... Y poco más cabronas y cabrones, creo que de los pasos que fuimos siguiendo están más o menos todos citados. Temas de viaje o sponsorillos vendrían mucho después de lo que hoy ocupa este post y os hace bostezar, pero para que veáis que hago caso de las peticiones jejeje (para uno que pide algo...)

Ésta es, resumida, la historia de cómo encontré algo en lo que hundir los pies cada vez más. De cómo cerré el candado y me aferré a una frustración constante.